miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL SENDERO

CÓMO SE ABRIÓ EL SENDERO

En el Jornalinho, de Portugal, encuentro una historia que nos enseña mucho respecto a aquello que escogemos sin pensar:

Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, lider de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.
Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.
Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.

(Autor: Paulo Coelho. Publicado en "El Semanal", nº 729.)

♥"Los cuentos sirven para dormir a los niños y despertar a los mayores"♥

4 comentarios:

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Muy bueno, mi querida Laura, los hombres son comodones, hoy día hay pocos pensadores para hacer cosas en un bien común.
Gracias
Con ternura
Sor.Cecilia

El Gaucho Santillán dijo...

Buena fábula.

Es cierto. No nos preguntamos lo suficiente.


Un abrazo.

El Gaucho Santillán dijo...

Buena fábula.

Es cierto. No nos preguntamos lo suficiente.


Un abrazo.

Ilesin dijo...

Cuanta razon hay en tu escrito, a los humanos les cuesta mucho iniciar un nuevo rumbo en su camino por la vida, mientras que los animales no se lo piensan dos veces en iniciar una nueva andadura cuando más lo necesitan. Besos